Quiéreme.
Manifiéstate de súbito.
Choquémonos, como por arte mágico
en el Bukowski,
un Miércoles.
Pidámonos disculpas.
Intentemos tirar el muro gélido
diciéndonos las cuatro cosas típicas.
Invitémonos a bebidas alcohólicas.
Escúchame decir cosa estúpidas
y ríete.
Sorpréndete valorándome como oferta sólida.
Y a partir de ahí
quiéreme.
Acompáñame a mi triste habitáculo.
Relajémonos y pongamos música.
De pronto, abalancémonos como bestias indómitas.
Mordámonos, toquémonos, gritémonos
permitámonos que todo sea válido
y sin parar,
follémonos.
Follémonos hasta quedar afónicos
Acompáñame a mi triste habitáculo.
Relajémonos y pongamos música.
De pronto, abalancémonos como bestias indómitas.
Mordámonos, toquémonos, gritémonos
permitámonos que todo sea válido
y sin parar,
follémonos.
Follémonos hasta quedar afónicos
Follémonos hasta quedar escuálidos.
Y al otro día
quiéreme.
Daniel Orviz
http://poemaquiereme.blogspot.com.es/
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