“Una de las cosas
malas que tengo es que nunca me ha importado perder nada. Cuando era
niño, mi madre se enfadaba mucho conmigo. Hay tíos que se pasan días enteros buscando todo lo que pierden. A mí nada me importa lo bastante como para pasarme una hora buscándolo."
J.D.Salinger; El guardián entre el centeno
Amaneceres de ebrio surrealismo...
A veces basta una palabra.
Anomia bajo la colcha de camas sin sábanas...
A veces basta un comentario.
Cábalas...
A veces basta una expresión.
...
Entonces cualquier flaqueza puede resquebrajarse.
Añicos. Sin más.
(¿Quién escribirá nuevas flaquezas?)
Desprenderse de la debilidad.
Pues viene muy a cuento esto de las pérdidas justo ahora. No me he leído el Guardián entre el centeno, y eso que me lo han recomendado muchas veces (y muy encarecidamente además), creo que no lo voy a dejar pendiente por más tiempo. "Entonces cualquier flaqueza puede resquebrajarse. Añicos. Sin más". A mí se me suelen resquebrajar más las certezas que las flaquezas, voy a ver si puedo darle la vuelta a la tortilla de vez en cuando.
ResponderEliminarPues espero que tus pérdidas sean de esas que no merece la pena buscar y no de las que muerden dentro. El Guardián es de esas cosas que se aprecian con el tiempo.Es como la crema catalana, que te comes una y te quedas tan a gusto, pero si vas cucharadita a cucharadita... partiendo el caramelillo... la cosa cambia. ¡Saboréalo con calma que no tiene desperdicio!
ResponderEliminarA veces las flaquezas van cosidas a certezas y alivian y escuecen a partes iguales. Cal y arena.
P.D.Me gusta leerte aquí ;)