"De todas las cosas que he perdido
la que más menos extraño es mi cordura."
Mark Twain
Traigo el frío de los muertos en las manos, como siempre.
Quizás sea estufa tu jersey o quizás
quizás en su barco haya una fogata
o una botella de ron p'abrasarme las entrañas.
El té ya no sé si rojo o negro, por lo que pueda leerse en los posos,
Los divanes son para aburridos no para locos y las almohadas, en serio, las almohadas no escuchan.
Odio cuando los cuerdos van de psicoanalistas. Sin acento argentino ni hostias.
Te dicen que estás loco y entonces sí te da el brote psicótico.
No me jodas. La locura es elección personal, idiotas.
A veces.
A veces.
Pues eso, que me irrita la cordura de los rancios y lo demás
lo políticamentecorrecto y lo normal.
Sobretodo cuando es lo fácil.
Que llegue ya la primera nevada porque tengo estaciones de tren
y relojes atrasados y ochomiles de apuntes en precario equilibrio
y fideos en la tripa (¿quién cojones come mariposas?) nadando en café de máquina.
Y me sobran.
Y esta vez, sin sobrarme, me abundan las flaquezas
me esquivan las certezas.
Pero bailemos, Que es invierno.