"Si no escalas la montaña,
jamás podrás disfrutar el paisaje."
Pablo Neruda
Sentarse en la cima del mundo y sentirse atrapado en la blanca inmensidad. El todo y la nada. Miraba al horizonte sin que existiese el horizonte. El silencio taponando los oídos y el viento forzando, indómito, a entrecerrar los ojos. Le nacía escarcha en las pestañas. Sentía el cuerpo entumecido por el frío mientras un calor interno le sosegaba. Tan cerca del mundo pero tan fuera de él.
La trascendencia debía ser aquéllo
¡¡Traspasamos el horizonte, le vencimos!!
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